Antecedentes históricos de la Terapia Asistida con Animales


El perro es el mejor amigo del hombre, pero ¿desde cuándo colabora con él para ayudar a otras personas? En este artículo, vamos a repasar los antecedentes históricos de la Terapia Asistida con Animales y las bases de la terapia con perros.
En China hay una pintura (Primavera), que data de 1250 AC y muestra la utilización del perro como guía para personas con discapacidad visual.
En la antigua Grecia también utilizaban los animales con fines terapéuticos. Se daban paseos a caballo a las personas con enfermedades incurables para levantar su autoestima, y creían que los perros podían sanar enfermedades.

En 1669 John Locke defendía que la relación con los animales tenía una función socializadora. A partir de ese momento, empezaron a promulgarse las primeras teorías acerca del uso terapéutico de los animales. Dichas teorías sostenían que los animales de compañía promovían la calma, la relajación y la tranquilidad entre los enfermos mentales con los que se relacionaban.
La primera documentación escrita sobre este tema data de 1.730.
En 1792, se registra la utilización de animales de compañía como co-terapéutas en el asilo de York en Inglaterra, donde el psiquiatra Willian Tuke intuyó que los animales de compañía podían proporcionar autocontrol y valores humanos a los enfermos residentes.
Posteriormente, en 1867, en Alemania, se incluyen animales de compañía en el tratamiento de pacientes epilépticos.
En 1944, la Cruz Roja americana incluye animales de compañía en el programa para pilotos convalescientes de las fuerzas aéreas de la Segunda Guerra Mundial.
En 1948, el Dr. Samuel B. Ross fundó en las cercanías de New York el centro Green Chimneys, una granja destinada a la reeducación mediante el trabajo con animales de niños y jóvenes con trastornos del comportamiento
En 1953, el psiquiatra Boris M. Levison descubre el potencial del perro como co-terapeuta al recibir una visita inesperada en su consulta mientras estaba presente su perro, hecho que le permitió observar como el paciente, un niño con graves problemas de retraimiento, reaccionaba positivamente ante la presencia del perro. A partir de entonces, Boris decidió incorporar en las sesiones de ese paciente a su perro, comprobando una mejora significativa en su estado mental, ya que le ayudaba a tranquilizarse, comunicarse y expresar sus emociones. Este hecho impulsó a Boris a llevar a cabo una amplia investigación que sentó las primeras bases de la terapia asistida con perros, a partir de este momento (TAP) 
Boris M. Levison (1970) definió a los animales de compañía no sólo como un medio para conectar con los niños con trastornos del comportamiento y trastornos emocionales, sino también como una herramienta propicia para el desarrollo saludable del niño. Poresky y Hendrix (1990) sugieren que la tenencia o relación habitual con animales puede ser extremadamente útil para potenciar las habilidades sociales, la empatía y la autoestima. Ascione y Weber (1996) observó a un grupo de niños que siguieron un programa de educación en el respeto hacia los animales en la escuela, y descubrieron que un año después los niños reflejaban una actitud mucho más respetuosa hacia los animales que el grupo de control, y además, la mejora de las actitudes hacia los animales y del sentido de responsabilidad, que se había generalizado hacia un sentimiento de empatía hacia los seres humanos.  

BASES DE LA TERAPIA CON PERROS (TAP) y diferencias entre las actividades asistidas por un perro (AAP)
Para diseñar e implementar un programa de terapia asistida por perros es necesario tener unos objetivos terapéuticos definidos que pueden ser físicos, emocionales, cognitivos o sociales que persiguen la mejora del paciente o pacientes a la que está dirigido el programa. Además este debe ser evaluado y documentado por un profesional de la salud.

En cambio las actividades asistidas por un perro se caracterizan por tener fines lúdicos, sociales, recreativos o educacionales donde no se evalúan los progresos de los participantes y donde no es necesaria la intervención de un profesional de la salud.

 

Manel Balibrea.
Equipo Dependentia

 

Esta entrada tiene un comentario

  1. Unknown

    Los animales nos ayudan en la terapia con personas desde hace mucho tiempo.

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