Descripción, objetivos y beneficios de la Terapia asistida con perros para ancianos, enfermos de Alzheimer u otras demencias


Se ha demostrado en numerosas ocasiones que interactuar con animales tiene una gran cantidad de beneficios para las personas mayores y los ancianos. Su estado de ánimo mejora al estar en contacto con estímulos agradables y divertidos como son los animales. Además, el hecho de acariciar un animal provoca un estado de paz y tranquilidad, que regula la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Cuidar de una mascota y ser el responsable de ella, provoca un cambio en el rol del anciano, que pasa de ser cuidado a ser cuidador. Este hecho ayuda a vencer la sensación de no sentirse útiles.
Hay teorías cognitivo-sociales que lo explican. Albert Bandura, con la Teoría del aprendizaje social, mantiene la creencia de que hay relaciones recíprocas entre cogniciones, conducta y ambiente de una persona. Se aprenden comportamientos correctos de forma vicaria a través de la modelización. Los animales proporcionan retroalimentación del comportamiento social a través de respuestas “honestas” e inmediatas tanto a estímulos agradables como aversivos. Además, fomentan el sentimiento de autoeficacia con el que las personas sienten que son capaces de hacer que las cosas pasen, ya que el perro les hace caso y, además, cuidan del animal.
Las personas que han pasado por una situación de pérdida de un ser querido y atraviesan un proceso de duelo, pueden encontrar en una mascota una fuente de compañía, apoyo, afecto y atención, de manera que no se sentirán solos a la hora de ir superando las etapas del proceso. 
Otro de los handicaps con los que se encuentran las personas de la tercera edad, es el deterioro que experimentan en sentidos como la vista o el oído. Estos problemas suelen traer consigo una pérdida de movilidad, autonomía  y un empobrecimiento de las relaciones sociales. Los animales permiten recuperar parte de las pérdidas sufridas en el plano emocional y social y, además, los perros pueden ser de gran ayuda en casos de pérdida de movilidad.

¿Qué es la terapia asistida con animales?
Se trata de una modalidad de tratamiento terapéutico, en el que uno o más animales que cumplen con una serie de criterios, tienen un papel fundamental en el proceso. Las sesiones están dirigidas por un profesional de la salud, que marca unos objetivos y unas pautas específicas para cada intervención. El propósito es conseguir una mejoría en todos los niveles de la persona. 
Nuestros perros terapeutas: Circus y Lluna
Los perros que en estos momentos Dependentia utiliza en la terapia asistida son una pareja de Golden Retriever. El temperamento estable y gentil del Golden Retriever es una de las características principales de la raza y, quizás, la que más popularidad le ha proporcionado. Estos perros son pacientes, inteligentes, fáciles de adiestrar y muy dinámicos. Estas cualidades los convierten en excelentes perros de asistencia, de trabajo, de terapia, de caza y de compañía.

Circus y Lluna, que es como se llaman nuestros perros, han sido entrenados en obediencia desde que cumplieron su primer año de vida y son guiados por Quique, psicólogo especializado en envejecimiento, que los ha entrenado en las habilidades necesarias para realizar las diferentes actividades y poder cumplir con unos objetivos terapéuticos.

Nuestros canes, gracias a su carácter y entrenamiento, son muy estables y cooperativos, son amigables y sociables, les encanta el contacto con las personas y demuestran en cada sesión una inmensa paciencia. 

Cuidamos, especialmente, su salud e higiene, y son auténticos profesionales expertos en trabajo con ancianos y personas en situación de dependencia. También contamos con una póliza de responsabilidad social específica para los perros. 
Además, Dependentia tiene en marcha un programa de preparación de nuevos perros, con características diferentes y complementarias que, en los próximos meses, se irán incorporando al servicio de terapia asistida para centros residenciales. 
Beneficios del programa “Dogpendentia” para personas mayores y ancianos:
Las terapias asistidas con animales están diseñadas, en primer lugar, para aumentar la calidad de vida de las personas mayores que viven en residencias geriátricas. Los objetivos de trabajo se centran en potenciar los efectos de la estimulación cognitiva, gracias al apoyo de un elemento facilitador desde el punto de vista emocional que, en nuestro caso, es el perro. 
La estimulación cognitiva pretende reducir los déficits cognitivos y también corregir los problemas conductuales y psicosociales que sufre un paciente con una enfermedad neurodegenerativa. La base científica de la estimulación cognitiva en el envejecimiento, en general, y en las demencias, en particular, se centra en la capacidad plástica del cerebro, el potencial y la reserva cerebral, y en los principios de la rehabilitación neuropsicológica.
A continuación, vamos a clasificar los beneficios del programa en cuatro áreas: física, cognitiva, emocional y social:

Área física:

  • Mejora la psicomotricidad fina y gruesa.
  • Reduce el ritmo cardíaco y la tensión arterial, por lo que promueve la relajación.
  • Reduce los niveles de estrés y ansiedad.
  • Motiva las salidas al exterior y el ejercicio físico.

Área cognitiva:

  • Estimula las principales funciones cognitivas: atención, percepción, memoria, lenguaje, praxias y gnosias.
  • Mejora la atención y la concentración respecto a otras actividades.
  • Potencia la utilización de la memoria de trabajo y de la memoria remota.
  • Facilita los ejercicios de habilidad viso-espacial.

Área emocional:

  • Fomenta la afectividad y el desarrollo de conductas de apoyo emocional.
  • Mejora la confianza y la autoestima.
  • Aumenta la percepción de sentirse útil y necesario.
  • Alivia los sentimientos de soledad y representa una ayuda en los procesos de duelo y depresión.

Área social:

  • Incrementa la interacción durante y después de la actividad.
  • Mejora de la sociabilidad, por lo que facilita la creación de vínculos con otras personas.
  • Incrementa el deseo de participar en otras de las actividades que se llevan a cabo en las residencias.
Estructura de las sesiones:
Son sesiones en grupo y pueden participar entre 14 y 18 personas. Los grupos tienen que ser homogéneos, es decir, debe ser posible que tengan un GDS (Global Deterioration Scale) similar.
Nuestras sesiones se estructuran en cinco partes: presentación, toma de contacto con los participantes, interacción I, interacción II y despedida.

  • Presentación: en la que se trabaja la atención y el lenguaje.
  • Toma de contacto con los participantes: trabajamos lenguaje y memoria.
  • Interacción I: praxias y psicomotricidad gruesa.
  • Interacción II: psicomotricidad fina.
  • Despedida: coordinación de movimientos y psicomotricidad.
La estimulación cognitiva con terapia asistida con perros, puede ser de mucha ayuda a los pacientes con demencias, porque estas sesiones son muy eficaces como complemento para reforzar el trabajo constante que hacen los psicólogos y los terapeutas de los centros, a través de la estimulación cognitiva diaria.

Los perros ayudan a los pacientes a interaccionar entre ellos, a ser más receptivos e interactuar con su entorno, estimular el lenguaje, la memoria, las órdenes, la orientación, y la psicomotricidad.
¿Habéis visto ya el vídeo de nuestras sesiones?


Enrique Gómez
Aritz Arozarena
Equipo de psicología – Dependentia

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