¿Escuela inclusiva o escuela integradora?

¿Escuela inclusiva o escuela integradora? Uno de los temas más controvertidos en una sociedad desarrollada como la nuestra, es la educación. Lo que sí está claro es que partimos de la premisa que es un derecho humano como así lo reconocen las Naciones Unidas en su artículo 26. Por lo tanto es un derecho que toda persona tiene independientemente de su género, condición física y psíquica, país etc. 
escuela inclusiva o escuela integradora
Aquí en España, desde hace más de 25 años las escuelas apuestan por un modelo integrador y unos años más tarde se planteaban también la escuela inclusiva. En ambos modelos permiten que aquellos alumnos con y sin necesidades educativas especiales estén en una misma clase (Alonso, s.f.). En estos últimos años cada vez más el modelo inclusivo ha ganado más terreno. 
Es cierto que los términos inclusión e integración son muy parecidos y se pueden confundir, pero no tienen el mismo significado ya que el término inclusión pretende llegar más allá de la integración, dado que no se trata solamente de que el alumnado con discapacidad y sin discapacidad convivan en un mismo contexto y con un mismo currículum, sino que lo que pretende la escuela inclusiva es la inclusión de sus alumnos independientemente de la cultura de la que provengan, de cual sea su ideología, su estatus social, el sexo, la etnia o situaciones de un carácter más personal debido a una discapacidad física, intelectual, sensorial o de la superdotación intelectual (Verdugo, 2011). Ahora veremos a grandes rasgos los dos modelos y cuáles son sus características. 

Escuela inclusiva

La educación se entiende como un derecho humano, así pues su objetivo principal es que la educación va dirigida a todos los alumnos y todas las personas, ya que contempla la heterogeneidad como algo normal. 
Se trata de un modelo sociocomunitario en el que tanto la comunidad escolar como el centro educativo trabajan de manera cooperativa tratando de mejorar la calidad educativa en su conjunto y para todos los alumnos. Se trata de una organización en si misma inclusiva, dado que las personas que lo forman, están preparados para poder atender a la diversidad. 
La propuesta que hace la escuela inclusiva es de un currículo común para todos, en el que implícitamente ya tenga incorporada las adaptaciones en caso de que el alumnado lo necesite. El objetivo final del currículo no es que cada uno de los alumnos aprenda una cosa distinta sino la posibilidad de aprender de manera diferente. 
Implica crear un sistema único para todos, lo que supone diseñar el currículo, las metodologías que se van a usar, los sistemas de enseñanza, la infraestructura y las estructuras organizacionales del sistema educacional de tal modo que estos se puedan adaptar a la diversidad de la totalidad de la población escolar (Valcarce, 2011).

Escuela integradora

La escuela integradora se fundamenta en tres principios:
  • Normalización.
  • Individualización.
  • Sectorización. 
En este caso, dicho modelo trabaja en la normalización de la vida de los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). Se centra en los alumnos con NEE, con el objetivo de poder habilitar determinados apoyos, recursos y profesionales. 
Para que los alumnos con NEE puedan superar los objetivos curriculares se trabaja en la adaptación curricular y así puedan superarlos de manera satisfactoria. Supone, conceptualmente, la existencia de una anterior separación o segregación. Una parte de la población escolar que se encuentra fuera del sistema educacional regular se plantea que debe ser integrada a éste. 
En este proceso el sistema permanece más o menos intacto, mientras que quienes deben integrarse tienen la tarea de adaptarse a él (Valcarce, 2011). 
En conclusión, rescatando el artículo 26 de las Naciones Unidas en que la educación es un derecho universal independientemente de su condición física y psíquica, vemos como ambos modelos tratan de que dos tipos de alumnos, uno con necesidad educativas especiales y otro que no lo necesita, puedan convivir en una misma aula, cosa que en una época no muy lejana era algo impensable. 
La apuesta por una escuela inclusiva es una apuesta que permite romper totalmente los tabús sobre un alumno, que por una discapacidad tenga que aprender diferente se le tenga que apartar del resto de sus compañeros de clase, ya que dicho modelo se adapta al posible alumno que pueda necesitar una ayuda especial haciéndolo uno más en clase sin que sea diferenciado de sus compañeros, normalizando sus características y sin que haya la necesidad de tener que hacer una adaptación curricular cada vez que haya un alumno con NEE que es lo que pasa en el modelo integrador. Por otro lado tampoco significa que el modelo integrador sea malo o peor, ya que para que se pueda dar el modelo de la escuela inclusiva se requiere de una mayor preparación por parte del equipo docente y unas aulas que estén bien equipadas y preparadas para acoger a las posibles diversidades que puedan presentar los alumnos. Por lo que en caso de no cumplirse las condiciones necesarias, el modelo integrador es una buena alternativa en este caso. 
Jordi Quintanilla
Equipo Dependentia

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