Las endorfinas y las encefalinas: los neurotransmisores de la felicidad


¿Por qué actividades cotidianas como escuchar música, quedar con los amigos, tomar el sol, ir en bicicleta, correr, nadar o pintar nos provocan estados de ánimo positivos? La respuesta se encuentra en nuestro cerebro y, concretamente, en unas pequeñas moléculas llamadas endorfinas y encefalinas.
Desde un punto de vista biológico, son neurotransmisores opioides producidos por el Sistema Nervioso Central, que actúan como moduladores en los circuitos encargados de regular el dolor, la temperatura corporal, el hambre y las funciones reproductivas. Se les ha atribuido el nombre de opioides, debido a que producen de manera natural (endógena) los mismos efectos que los analgésicos derivados del opio (morfina, heroína,…), pero sin sus efectos perjudiciales.  
Endorfinas y encefalinas: los neutrotransmisores de la felicidad bienestar depresión envejecimiento estrés salud

Qué aportan a nuestro organismo:
Endorfinas y encefalinas tienen un papel importante en la recuperación física y mental del individuo, y cumplen una serie de funcionesque contribuyen al estado general de salud:
  • Promueven la calma y crean un estado de bienestar.  
  • Retrasan el proceso de envejecimiento.
  • Reducen el dolor.
  • Mejoran el apetito.
  • Contribuyen a la liberación de hormonas sexuales, por lo que aumentan el deseo sexual.
  • Favorecen las sensaciones y estados de placer.
  • Ayudan a combatir la depresión y la tristeza, además de reducir el nivel de estrés.
  • Potencian la acción del sistema inmunitario. 
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Actividades que ayudan a liberarlas:
Hace un momento, hemos visto que hay una serie de actividades cotidianas que contribuyen a mejorar nuestro  estado de ánimo y bienestar. De cara a facilitar su clasificación,  vamos a agrupar éstas y otras actividades en categorías:
  • El ejercicio físico (correr, bailar, esquiar, patinar,…) es la mejor manera de producirlas y liberarlas. El estrés que provoca el ejercicio físico provoca un aumento de la cantidad de endorfinas presente en sangre y en el líquido encefalorraquídeo,  con lo que se retrasa la fatiga y se alcanza una sensación de vitalidad y bienestar. Hay que tener en cuenta que las endorfinas también son estimulantes, de ahí que, después de su liberación, los atletas se sientan como si les hubieran inyectado energía. Sucede lo mismo en la fase de recuperación, de manera que se inicia un círculo en el que cada vez se consiguen metas más altas.
  • Cualquier actividad que nos provoque risa, contribuye a que nuestro cerebro segregue endorfinas. 
  • El contacto físico (besos, caricias, masajes, abrazos,…) y el sexo placentero también estimulan su producción y segregación, llegando a modificar la percepción que tenemos de nuestra pareja y haciendo que su atractivo físico aumente a nuestros ojos.
  • Hacer yoga, tai-chi, meditación y ejercicios respiratorios. Cuando nuestra mente alcanza un estado de relajación,  las endorfinas se liberan con mayor facilidad y en mayor cantidad.
  • La música en todas sus formas (escucharla, bailar, cantar o tocar un instrumento) proporciona sensaciones de placer producidas por las endorfinas. La música melódica provoca una gran secreción de endorfinas, consiguiendo una disminución de la frecuencia cardiaca y respiratoria, así como una importante relajación muscular.
  • Los procesos creativos y artísticos (pintar, moldear, esculpir, escribir,…) y los hobbies son buenas vías para liberar este tipo de neurotransmisores.
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  • Realizar tareas solidarias y comunitarias hace que nos sintamos bien con nosotros  mismos, y las responsables de ello son las endorfinas.
  • Otras actividades como comer (chocolate negro,…), tomar el sol, estar en contacto con la naturaleza y los animales o bañarse también contribuyen a ello. El contacto con la naturaleza nos llena de energía y buen humor. La atmósfera que se respira en el campo o la playa, cargada de iones negativos, estimula las regiones del cerebro que producen los neurotransmisores de la felicidad.
Fuentes alimenticias para facilitar su síntesis: la dieta de la felicidad

Hay una serie de grupos de alimentos que favorecen la producción y la liberación de endorfinas:

  • Determinadas frutas como la piña, las fresas, el aguacate  y el plátano.
  • El chocolate (especialmente el negro).
  • Hortalizas como el pimiento, el chile y las espinacas.
  • Las nueces, los cacahuetes y otros frutos secos.
  • Pescados ricos en Omega-3: salmón, atún, sardinas, caballa,…
  • Las algas: contienen hierro, magnesio y vitaminas del grupo B.
  • Las legumbres, especialmente la soja y las alubias.
  • Los yogures, el requesón y la mayoría de lácteos.

Endorfinas y encefalinas: los neutrotransmisores de la felicidad bienestar depresión envejecimiento estrés salud
Aritz Arozarena
Equipo de psicología – Dependentia

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Unknown

    gracias,me sirvió mucho esta info para un trabajo de la u!

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