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¿Soy dependiente emocionalmente de mi pareja?

La dependencia emocional afecta a muchas personas, aunque la mayoría no es consciente de este estado psicológico. Sienten malestar o miedos cuando se alejan de la persona en quien centran la dependencia, normalmente la pareja.

La dependencia emocional tiene lugar en las relaciones personales. Normalmente, se acusa más en las relaciones de pareja, pero también se da en las relaciones familiares y en las relaciones de amistad. Muchas de las personas dependientes no son conscientes, e incluso pueden llegar a negarlo si alguien plantea este problema.

Se trata de un patrón psicológico, por eso ante la falta de síntomas físicos puede llegar a ser complejo. Quienes presentan este problema son,

habitualmente, personas con baja autoestima y con muchas inseguridades.

También puede influir en desarrollar esta dependencia el tipo de educación recibida o los referentes familiares que se haya tenido. Es decir, las experiencias durante la infancia y una interpretación errónea del amor y las relaciones suelen ser las principales causas de relación patológica.

Es habitual que en las personas dependientes surjan cambios en la forma de ser y de actuar. Pueden modificar su rutina, sus gustos o sus opiniones, para gustar o ser valorado por aquella persona. Buscan en los demás lo que creen que ellos no tienen e idealizan a las personas de las que acaban dependientes. Es muy característico el miedo a ser abandonado.

Por ello, para prevenir la dependencia emocional es indispensable cuidar la salud mental, alimentar la autoestima desde la infancia y la confianza en uno mismo. Con los años, hay que alejar todo lo posible las inseguridades y los recelos.

Síntomas de la dependencia emocional

  • Una persona dependiente suele tener falta de autocontrol y, además, siente la necesidad incontrolable de estar constantemente con esa persona que le causa la dependencia.
  • Son incapaces de cortar los vínculos que le unen a esa persona. Sienten miedo a tener miedo o ser dejados.
  • No soportan la soledad y la distancia, sea esta física o emocional, y les causa un gran estrés y ansiedad.
  • Suelen ser personas sumisas y dóciles ante su pareja y tienen miedo a expresar sus propias opiniones e ideas para no disgustarla.
  • Sienten la necesidad de que la pareja asuma la responsabilidad en aspectos muy importantes de su vida, por qué no se sienten capaces de tomar decisiones sin su consentimiento.
  • Normalmente, los dependientes se sienten inferiores a la pareja, es una relación asimétrica.
  • A menudo son personas celosas y se aíslan socialmente junto a su pareja porque solo quieren estar con ella i se obsesionan con la idea de poder ser engañados.
  • Su felicidad y alegría se centra en una única persona y depende de cómo le trata. Creen que esa persona da sentido a su vida y no podrían ser felices sin el/ella.
  • Una persona dependiente emocionalmente antepone el deseo de los demás a los suyos y cae fácilmente en los posibles chantajes emocionales.
  • La persona dependiente sobrevalora las cualidades de su pareja y no es capaz de ver los aspectos más negativos de ella.

¿Qué consecuencias tiene?

Las consecuencias pueden ser muchas y variadas, e irán en función de la personalidad de cada paciente y del grado de dependencia que haya desarrollado.

En muchas ocasiones, las personas con dependencia emocional son incapaces de abandonar una relación, aunque sea tóxica y se sientan maltratados. Además, es probable que a la larga sigan buscando a parejas con carácter dominante y autoritario. Es importante tratar la dependencia porque puede derivar a trastornos de ansiedad, trastornos obsesivos, depresión y adicciones.

¿Qué disciplina médica puede ayudar? ¿Hay tratamiento?

La dependencia emocional es un problema de salud mental cada vez más habitual y es frecuente que se vaya al psicólogo para resolver este estado. El tratamiento psicológico se centra precisamente en fomentar la autonomía del paciente y acelerar su proceso individualizado. Es vital disponer de un buen acompañamiento terapéutico que ayude a una persona dependiente a reforzar su confianza y a huir de relaciones tóxicas. Los profesionales en Psicología son una pieza fundamental y ayudan a comprender qué estrategias y herramientas pueden ser útiles en este proceso.

Para superar una dependencia hay que conseguir ciertos objetivos paulatinamente:

  • El primero paso es reconocer el problema
  • Comprender las emociones
  • Situarse a uno mismo en el centro de su vida
  • Cuidar la autoestima
  • Establecer relaciones de pareja sanas y equitativas
  • Aprender a estar solo
  • Relacionarse con personas que nos apoyan y valoran.

Para reforzar la autoestima en uno mismo, es importante recordar los éxitos individuales, huir de las comparaciones e iniciar nuevos proyectos que consigan emocionar y motivar. Además, hace falta trabajar la asertividad y aprender a decir si sin miedo y no sin culpa.

Dra. Claudia Pueyo
Centre Mèdic Atlàntida

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