Ayudas técnicas y ortopédicas para facilitar las actividades de la vida diaria

Las Actividades de la Vida Diaria (AVD) son el pilar fundamental de la funcionalidad de las personas. Se definen por ser tareas ocupacionales que una persona realiza diariamente para prepararse y desarrollar el rol que le es propio. Van más allá del autocuidado, e implican el desarrollo funcional completo de la persona.
Las ayudas técnicas son todos aquellos aparatos o equipos que son utilizados por personas discapacitadas temporal o permanentemente, que les sirven para tener un mayor grado de independencia en las actividades de la vida diaria y les proporcionan en general una mayor calidad de vida.

Las AVD se pueden dividir en Básicas (AVDB) e Instrumentales (AVDI).
Las AVDB son aquellas actividades, gestos y hábitos que de forma cotidiana realiza todo ser humano a lo largo del día. Se refieren más directamente a las Actividades de Automantenimiento: control de esfínteres, alimentación, movilidad, aseo e higiene, deambulación, vestido, transferencias.
Las AVDI son aquellas que se centran básicamente en las capacidades necesarias para vivir de una forma independiente en la comunidad. Implican otras funciones imprescindibles para un desarrollo normal de la vida, pero más elaboradas: comunicación, manejo del dinero, uso del transporte, realización de las tareas del hogar, manejo de la medicación,…
Como hemos comentado al principio,  las ayudas técnicas serían los medios para adecuar el entorno a las necesidades de la personas mayores o discapacitadas. Hay algunas muy conocidas como las sillas de ruedas, los caminadores, las muletas, o los bastones, pero el abanico de posibilidades es muy amplio y, a menudo, desconocido en toda su amplitud. Por ello es muy importante que podamos tener en cuenta diversos factores a la hora de decidirnos por una u otra ayuda.
¿Cómo elegir una ayuda técnica?
Es importante:
  • Conocer a la persona.
  • Conocer la actividad
  • Hacer la elección de la ayuda técnica.
  • Probarla.
  • Realizar entrenamiento. 
A la hora de conocer a la persona es importante tener en cuenta: El diagnóstico, el pronóstico, las limitaciones, las capacidades funcionales, la edad, el entorno, los intereses y el poder adquisitivo.
Respecto a conocer la actividad nos referimos a en qué AVD tiene limitaciones, cómo realizaba antes esa actividad, modificar “lo justo” para mejorar la funcionalidad.
Para elegir la ayuda técnica es importante explicar diferentes opciones, las ventajas de cada opción, los aspectos a tener en cuenta o las diferentes características.
Antes de adquirirla es importante probarla, ¿le va bien?, ¿es un elemento estándar? ¿Podemos hacer adaptaciones a medida?, ¿qué diferencias nota entre antes y después?,…
A menudo, es necesario poder hacer un proceso de entrenamiento donde explicaremos claramente el funcionamiento, la necesidad de cambio de hábitos, y revaloraremos al cabo de un tiempo si es necesario.
Los requisitos y características que debe tener toda ayuda técnica son:
  • Sencilla: que el usuario pueda usarla solo.
  • Eficaz.
  • Responder a las necesidades.
  • Seguras: evitando riesgos innecesarios.
  • Fabricada con materiales resistentes, duraderos, de fácil limpieza, estéticos y de coste adecuado. 

Las ayudas técnicas nos deben facilitar nuestras actividades cotidianas y potenciar la autonomía de las personas, y por estos dos motivos es tan importante conocerlas y utilizarlas  adecuadamente. Es mucho mejor dar elementos a las personas que les permitan conseguir éxitos en sus retos diarios, que no solucionarles nosotros directamente los problemas.

“Dale un pez a un hombre y le alimentarás un día. Enséñale a pescar y le alimentarás toda la vida.”
  Proverbio Chino
Equipo de terapia ocupacional – Dependentia

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